El desarrollo infantil es un proceso completo que involucra aspectos físicos, cognitivos y emocionales. En los últimos años, ha habido un creciente interés en comprender el impacto de las actividades al aire libre en este proceso.
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La tecnología y el estilo de vida sedentario han llevado a preocupaciones sobre la falta de tiempo al aire libre, lo que puede tener consecuencias negativas en su crecimiento. En este artículo, hablamos sobre el papel crucial que las actividades al aire libre desempeñan en el desarrollo infantil, destacando los beneficios físicos, cognitivos y emocionales que ofrece esta experiencia.
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Importancia de las actividades al aire libre
La actividad física y el tiempo al aire libre son fundamentales en el proceso de crecimiento y desarrollo infantil ya que inculcan estilos de vida más saludables a futuro promoviendo la salud mental y el desarrollo cognitivo ¿Por qué son importantes?
- Las actividades físicas al aire libre aportan beneficios físicos, emocionales, sociales y cognitivos. Esto permite que los niños tengan un desarrollo integral desde pequeños y se verá reflejado en su vida adulta.
- Fomenta habilidades como correr, saltar, mejor coordinación, reflejos, equilibrio y el desarrollo de la fuerza y la resistencia física; habilidades que serán importantes para llevar a cabo las actividades del día a día o un posible camino en los deportes de manera profesional.
- La estimulación al aire libre lleva a un mejor desarrollo cognitivo a través de la exploración, creatividad, resolución de problemas y la toma de decisiones.
- Los estudiantes afianzan sus habilidades sociales y el desarrollo de los valores. Actividades que se fomentan a través de la interacción con los compañeros permiten la construcción de la empatía, el trabajo en grupo, la colaboración y cooperación, compañerismo y la resolución de conflictos, lo cual también aporta a su crecimiento personal
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- Ayudan a mantener la salud, el bienestar físico y la estabilidad emocional. Realizar actividades en espacios campestres es clave para su salud mental y mindfulness. Los estudiantes toman un momento para ellos mismos, fuera de sus preocupaciones, enfocándose en un juego o una actividad física lo cual logra distraerlos de otras situaciones en sus vidas.
- Estas actividades permiten construir relaciones sociales y reforzar la autoestima. Se plantean retos personales y progreso en sus habilidades lo cual aporta a la confianza en sí mismo y en el crecimiento comunitario.
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Muchas veces, interactuar con el ambiente es aprender de él, es decir, el espacio también es un maestro. Se aprende de este, se descubre, promueve la exploración y la curiosidad. Los estudiantes pueden ser testigos de procesos e interacciones del entorno como se da en espacios como la huerta, la granja y los parques de San Diego. Además, muchos de los aspectos que se tratan en clases se pueden ver aplicados en salidas lo cual lleva a que el aprendizaje sea más completo y creativo.
En las actividades al aire libre se despiertan los sentidos, se activa el tacto al sentarse en el pasto o ir a la huerta, el olfato en la granja o recolectando frutas, la vista observando e identificando especies, el oído con los pájaros o el viento y el gusto al probar frutos de la huerta.
En resumen, las actividades al aire libre tienen un impacto profundo en el desarrollo infantil. Proporcionan a los niños la oportunidad de explorar, aprender y crecer de manera integral. Desde mejoras en la salud física y el desarrollo cognitivo hasta la construcción de habilidades sociales y emocionales, el tiempo al aire libre es esencial para los niños en un mundo cada vez más digital.
