Educar no es como antes. Hoy no se enseña, se motiva a aprender.
Una educación innovadora consiste en ofrecer una mirada educativa diferente, motivante y pacífica para todos los miembros de la comunidad. En el Colegio Campestre San Diego, por ejemplo, hemos tenido muchos avances más allá de lo académico. Hemos abierto espacios integrados más creativos, motivantes, personales, afectivos-emocionales y eco-sociales, en donde no sólo se potencian las habilidades de los estudiantes sino también los hacen más felices.
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A través de la metodología innovadora en San Diego logramos favorecer la disminución del estrés escolar al ofrecer espacios de trabajo creativos y motivantes, orientados al descubrimiento, la indagación, la estructuración de conceptos y la integración de los aprendizajes.
Es por eso que proponemos Ambientes de Aprendizaje y Campos de Pensamiento para construir “sorprendizajes” -sorprenderse al aprender- y lograr la integración de saberes sin fraccionar el conocimiento. De esta manera, captamos la atención y el interés del estudiante.
La educación innovadora incluye varios entornos:
En un salón de clases se puede aprender, sin embargo, en San Diego creemos que los espacios verdes otorgan un aprendizaje experiencial y, a su vez, ayudan a disminuir el estrés generado por la contaminación visual, auditiva y ambiental de la ciudad que, sin lugar a dudas, afectan la felicidad de los más pequeños y jóvenes.
El aire libre favorece y mejora la concentración de los estudiantes, su introspección, creatividad y conciencia ecológica, entre otros. Además, el contacto permanente con la naturaleza, la granja, animales, huerta, cultivos, árboles y jardines, genera sensaciones de bienestar que los invita a interesarse por lo que van descubriendo y disfrutar de sus aprendizajes sin fatiga o presión.
Más allá de las notas:
Una educación innovadora se basa en procesos y no en puntajes o notas. Para nosotros es más importante evaluar el desarrollo de habilidades de los estudiante que evaluarlos a partir de un número. Los estudiantes no son medidos o cuantificados por notas determinadas, ni tampoco se incentiva a la competitividad dañina entre compañeros en la que estar por encima del otro es lo que vale.
Aquí lo más importante es que trabajen en equipo para alcanzar un bien común y se valoren mutuamente, de esta manera, hay una disminución del estrés que genera el hecho de ser el primero o el último escolarmente. Los estudiantes avanzan porque están motivados a aprender por su propio beneficio.
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Por otro lado, la autoevaluación de cada estudiante les permite ser y estar conscientes de sus potencialidades, oportunidades de mejora y así impulsar su autogestión. Esta tarea se presenta desde los primeros años escolares como una cultura personal para la vida y como una manera de asumir con tranquilidad el aprendizaje.
De igual manera, las prácticas de consciencia de sí mismo y el trabajo en mindfulness desarrollan la inteligencia emocional, la resolución de conflictos, el autoconocimiento y las relaciones interpersonales, aprendiendo a gestionar emociones para evitar las tensiones que muchas veces la cultura escolar impone.
Gracias a la estructura metodológica de San Diego, se flexibilizan las dinámicas curriculares del día a día y se analizan fácilmente las situaciones de los estudiantes, buscando dar respuestas a sus necesidades e intereses. Se dejan de lado aquellas miradas presionantes que no producen bienestar alguno y, en cambio, se invita a los estudiantes a crear conciencia plena de sus propios retos y de sus dificultades para superarlas.
Conoce Qué es el aprendizaje significativo y cómo lo aplicamos
Como parte de nuestro currículo, incluimos novedosas alternativas para aprender, como los Campos de Pensamiento y los Ambientes de Aprendizaje, en los que vamos más allá de las metas y los objetivos tradicionales para desarrollar espontáneamente una comunicación con los estudiantes desde el corazón, fluida y tranquila generando bienestar en el contexto escolar.
De esta manera, se crea y se mantiene un clima escolar de tranquilidad para cumplir los objetivos propuestos en nuestros proyectos, condición que anula el estrés en los estudiantes.
El arte en la educación innovadora:
Otro aporte para el “cero estrés” escolar es el arte. A través de este, incentivamos el proceso creativo y expresivo transversal en la vida escolar de San Diego y su aporte por medio de la sensibilidad, la creatividad, la expresión y la comunicación, lo cual genera un ambiente de motivación y tranquilidad.
Consideramos que el arte está inmerso en todos los espacios escolares y también hace parte de la educación innovadora. Es una expresión sana y profunda de la esencia de los estudiantes que favorece su crecimiento personal y les permite descubrir una manera amable y atractiva para gestionar sus emociones y ser felices.
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