Las instituciones educativas tienen una gran influencia en la manera en cómo se desarrollan los niños y adolescentes. Parte de esta tiene que ver con el entorno en el que se desenvuelven día a día. Aquí te contamos qué es la convivencia escolar y las buenas prácticas que se pueden aplicar para mejorarla.
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Ten en cuenta que en el colegio es en donde se inculcan ciertas habilidades, competencias y valores para una buena y sana convivencia. Esto es clave no solo para lo que comparten con sus compañeros, sino para el ciudadano en el que se conviertan a futuro en la sociedad. Los aprendizajes y herramientas que aquí aprendan les servirá para compartir, tolerar y respetar los derechos y pensamientos de quienes los rodean.
Por otro lado, cuando los estudiantes sienten que hacen parte de algo, perciben que sus emociones y opiniones son más respetadas y por ende, se motivan a participar activamente y no sienten la necesidad de discutir o acudir a la violencia. Veamos más a fondo qué es convivencia escolar:
Qué es la convivencia escolar
La convivencia escolar es la construcción de relaciones en torno a una institución educativa. Para que sea sana y enriquecedora, debe basarse en la aceptación y el respeto por las diferencias del otro partiendo de que todos somos iguales. La resolución de conflictos, el diálogo y la escucha, también dependen de una buena convivencia.
Para que fluya bien la parte académica, es necesario que existan buenas relaciones en un ambiente de seguridad y armonía que potencie las diferentes habilidades de cada niño. Además, también es clave tener en cuenta la realidad actual y la transformación digital del ahora, para incorporar contextos virtuales.
Ya sea en espacios reales o virtuales, no se pueden pasar por alto los valores emocionales ni las habilidades sociales, pues de estos depende un mayor aprendizaje y un desarrollo más acelerado de competencias para una sociedad que así lo requiere.
Prácticas para una buena convivencia escolar
1. Límites claros:
Así como en casa, los padres de familia deben establecer ciertas “normas de convivencia”, las instituciones educativas también. No se deben aceptar malos tratos, violencia o intolerancia frente a las diferencias del otro. Esto incluye el espacio del aula y los espacios de distracción/aprendizaje fuera del salón de clase.
2. Comunidades y acuerdos
Cada grado, curso o grupo deben tener objetivos claros que se deben lograr a partir del buen trato, la confianza y el respeto. En otras palabras, generar acuerdos que encaminan al bienestar del grupo y en los que se tiene en cuenta las opiniones de todos. La participación y liderazgo del docente aquí es clave.
3. Evaluar y actuar
Abrir espacios de reflexión para evaluar todo lo que pasa en el día a día. Debemos analizar nuestras actividades y acciones diarias de manera que permitan abrir un espacio para los estudiantes en el que interioricen todo lo que pueden mejorar.
La comunicación y la manera en cómo los docentes o líderes se dirijan a ellos debe ser asertiva. También se les debe dar la oportunidad de contarnos qué fue lo que pasó frente a algún inconveniente presentado, cómo se sienten, o qué podrían haber hecho diferente para evitarlo.
4. Actividades enfocadas en la convivencia escolar
Deben haber actividades y espacios extracurriculares en los que se hable acerca de este tema. de esta manera, se socializa y se promueve la importancia del buen trato, además, se desarrollan habilidades sociales como la facilidad de comunicarse asertivamente, la inteligencia emocional y la manera adecuada de buscar solución a los inconvenientes.
5. Trabajo en sincronía
Es clave que tanto docentes, rectores, padres de familia y estudiantes estén de acuerdo en trabajar en conjunto en pro de mejorar la convivencia. Al estar sincronizados todos, se pueden llegar a mejores tratados frente al relacionamiento de todos.
En definitiva, conocer qué es la convivencia escolar y cómo promoverla, ayudará a generar entornos más saludables y seguros para toda la comunidad educativa, mientras los estudiantes crecen en un entorno lleno de respeto e inclusión.